Wednesday, December 28, 2011

¿Cómo volver a confiar en el mar?


¿Cómo volver a confiar en el mar?

Casi una semana después del fatídico desastre que ataco a Indonesia y los países al sureste de Asia, siento la energía de escribir sobre mi experiencia.  Yo me encontraba en Nueva Delhi, India alistándome para ir a la Iglesia. Una llamada telefónica de un compañero, me alerto de un fuerte temblor de tierra cerca de la Bahía de Bengala en el oeste de India. Notifique a mi jefe de delegación y coteje que todos los delegados estaban a salvo.

Encendí el televisor en NDTV y presencie como una hora después comenzaron a mostrar imágenes de las olas asesinas golpeando aldea tras aldea. Llame a mi amigo para que me dejara saber lo que estaba ocurriendo. Al no conseguirlo llame a otro amigo. La voz al otro lado del teléfono confirmo lo que ya imaginaba: “Ghidi ya no esta, se lo llevo la ola”. Llame a Washington inmediatamente y así comenzó lo seria dos anos de asistencia psicosocial en cuatro países por parte de mi equipo compuesto por nacionales Indias que trabajaban para la Cruz Roja Americana.

En poco tiempo los habitantes perdieron a su familia, sus amigos y sus hogares. Al pasar el tiempo muchas personas relataron como sus seres querido desaparecen ante sus propios ojos.  Yo Presencie muerte y devastación. El costo humano fue devastador los niños y niñas se quedaron huérfanos;  conyugues fueron  brutalmente separados por la muerte. Para mi al igual que para los otros sobrevivientes,  la vida nunca más será la misma.

El impacto psicológico de un desastre, tal y como el tsunami,  no es visible ni se aborda en la misma manera  que la destrucción física. El recuperarse de un trauma, como el tsunami,  toma por lo general mucho más tiempo. Al insoportable sentimiento de pérdida se suma la culpa de haber sobrevivido y de no haber podido hacer más. Se producen pesadillas y dolores de cabeza. Sobrevienen los miedos y la inseguridad. Y para la mayoría de las comunidades, la fuente de la destrucción –el mar– es el tradicional medio de subsistencia.

El más sencillo gesto humano reconforta –un abrazo, alguien que te escucha, palabras de aliento. Para muchas organizaciones humanarías el apoyo psicológico ha pasado a ser un componente esencial de cualquier operación de respuesta en casos de desastre de gran escala, tal y como un desastre.


Se esta preparando a personal que puedan ayudar a los sobrevivientes a atravesar la serie normal de reacciones frente a la pérdida, el vacío y el dolor, para que puedan rehacer su vida después de un tsunami ¿Y en Puerto Rico, cuantos estamos preparados para afrontar un tsunami?