Sunday, September 4, 2011

Reflexion sobre los eventos del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos

AL DESPERTAR EN LA MANANA, REACCIONO, DIEZ ANOS DESPUES  DEL ATAQUE TERRORISTA A LOS ESTADOS UNIDOS

Joseph O. Prewitt Díaz[1], PhD
4 de septiembre de 2011
Cayey, Puerto Rico

Esta mañana me despertaron los ladridos de un perro.  Me levante con un leve dolor de cabeza, tembloroso y híper-vigilante. Lo primero que hice fue poner el café y cotejar si los tanques del generador estaban llenos, luego mire al almario donde mantengo el equipo de emergencia. Cuando de momento me di cuenta que era un día soleado y no había pronóstico de mal tiempo, me senté a reflexionar sobre mis acciones esta mañana.

Me di cuenta que mis acciones eran congruentes con reacciones al estrés traumático, estas reacciones obedecían a un evento que ocurrió hace diez años . Los ataques terroristas de 11 de Septiembre 2001.  Alrededor de esa fecha siempre me levanto experimentando esta experiencia transitoria.

My nombre es Dr. Joseph O. Prewitt Díaz, nacido en Cayey, Puerto Rico. Soy un psicólogo especializado en asistencia humanitaria. He dedicado la mayor parte de mi vida a trabajar en Servicios de Desastres con la Cruz Roja Americana. La noche antes del ataque había regresado al hogar de mi hija en State College, PA con dos semanas de descanso después de un ano de servicio  en la posición de Coordinador Regional  para la recuperación para Centro America después del huracán Mitch.

En mi función, como Coordinador de Salud Mental en Desastres,  soy parte del Equipo Nacional de Respuesta Rápida en eventos de transportación aérea  tanto de la Cruz Roja Americana como de la Patrulla Aérea Civil. El la década de los 1990-1999 serví en los eventos traumáticos que cambiarían la forma en que la nación se prepara y responde a desastres naturales y antrópicos. Algunos de estos eventos fueron el Huracán Andrés, El Ataque al Edificio Federal Murray en la Ciudad de Oklahoma, varios accidentes aéreos, inundaciones, tormentas, huracanes y tornados, y la masacre de Colombine, Colorado.

Esa noche nos sentamos a planificar mis días. El próximo día me tocaba llevarla al trabajo, buscar una receta, llevar el carro a cambiarle dos gomas y reunirnos para almorzar. Cuando llegue a la farmacia mire en un televisor como un avión chocaba con una de las Torres Gemelas en Nueva York. Me acuerdo le dije al farmacéutico “esa película es bien realista, como se llama”,  el hombre me miro con una gesto aburrida, No, eso es que un avión se estrello en la torres gemelas” y siguió a despacharme la receta, unos momentos después el segundo avión. Llame a Centro de Comando de la Cruz Roja en Washington para preguntar la voz del otro lado me contesto “parece que ha habido un accidente aéreo fatal en Nueva York, dame tu teléfono por si te necesitamos.”  Llame a mi jefe en Washington y me contesto “este es un accidente, sigue tus vacaciones tranquilo, no creo que te necesitamos”.

Al llegar al Garaje, note un revuelo en la sala de espera del garaje. Nadie estaba atendiendo el escritorio de recepción, todos clientes y empleados estaban pegados a la televisión. No bien había abierto la puerta cuando recibí una llamada de mi hija, me dice “los Estados Unidos están bajo ataque, un avión se acaba de estrellar en el Pentágono y no encuentro a Joito ni Jerry”.Le dije que no se preocupara que yo los conseguiría, le comenté que a lo mejor este era un simulacro. Varios días después supe que mi hijo y hermano habían salido ilesos de tan nefasto evento.

No había pasado un minuto cuando recibí una llamada, la voz al otro lado tenia un tono grave “we are under attack, two planes crashed in New York, one in the Pentagon, and they are Trucking a fourth plane somewhere over Pennsylvania, report to your nearest Chapter and call me back.”  Entendí a nivel intelectual que era un asunto real, Pancho de la Roche no era un hombre de exageraciones, su capacidad de comunicación en tiempo de crisis era precisa.

Cuando llegue al capitulo de State College, PA. me reporte inmediatamente y llame a Washington, Pacho re-envío mi llamado al Centro de Operaciones de Emergencia. Escuche la voz familiar de la Dra. Margaret Pepe quien me saludo cordial y  eficientemente. Me explico lo que estaba sucediendo y que quería que me preparara para salir para Nueva York inmediatamente. De momento escucho “Oh my God, Jose hold one”.  En unos segundos la voz me dijo” José reporte a manejo de emergencia en Somerset, Pennsylvania, un avión se acaba de estrellar allí. Por ahora tu estas a cargo de montar el servicio de salud mental en desastres, te enviaremos personal cuando podamos.” Pregunte en cuantas horas” y ella me dijo, “en dos o tres días.

Al llegar al lugar, me encontré que yo era la única persona del Sistema Nacional de Emergencia de la Cruz Roja. Procedí, con la ayuda de voluntarios locales a montar el servicio que estaríamos ofreciendo por las próximas cuatro semanas—un centro de acopio para los rescatistas, coordinar servicios de salud mental para el morgue, abrir el Centro de Recepción para Familiares y reportarme al Centro de Comando Federal. Al otro día llego el Dr. John Weaver y se hizo cargo del operativo, tres días después llego la Dra. Margaret Pepe quien se encargo del operativo, John estaba a cargo de bregar con el Centro Familiar, y yo estaba a cargo el Centro de Acopio con toros 27 voluntarios de Salud Mental.

Estaba sentado en El Centro de Mando cuando pusieron los nombres de los pasajeros de UNITED 93. Una de esos pasajeros era una profesional Puertorriqueña que trabajaba en la Oficina del Censo en Philadelphia, y que ese día estaba en el avión camino a una reunión en California.  En mi viaje anterior, había tenido la oportunidad de hacer una presentación en Harrisburg, Pa sobre los patrones migratorios de los Puertorriqueños a Pennsylvania, uno de los miembros del papel había sido esta persona.

Demás esta decir cuan difícil fue recibir a esta familia y hacer la notificación de lo ocurrido y lo que esperamos que ocurriera en los próximos días. La mama padecía del corazón y logramos traer a un cardiólogo Puertorriqueño de Scranton para que estuviera con la familia durante los cuatro días.  La ceremonia de conmemoración fue muy emotiva. Los familiares se llevaron hasta el lugar donde se estrello el avión. No se veía mucho, solo hombres vestidos en uniformes blancos y un gran cráter en la tierra. Las personalidades representantes de los Estados Unidos—Congresista John Bertha, miembros de la Rama Ejecutiva, la Presidenta de la Cruz Roja, y Laura Bush la esposa del presidente Bush estuvieron presentes y le ofrecieron las condolecías a cada familia a nombre de la Nación. Luego fuimos a un lugar donde hubo un encuentro de oración, y la visita informal con cada familia.  Esa noche me reuní con la familia y tuvimos una sesión familiar para darle clausura a esta parte del proceso y asegurarme que todas las formalidades se habían cumplido.

Tres semanas después regrese a State College donde me reuní con mis hijos, y esa tarde partí de regreso a Guatemala. Todavía no me había dado cuenta del trauma emocional que causo este operativo. Me mantuve al tanto formal e informalmente con los procesos de recuperación en Nueva York y Washington.  Dos años después, en Agosto de 2002 regrese a Washington para una visita oficial de “debriefing” con los compañeros que trabajamos en los primeros días de la respuesta en lo que seria unos de los eventos memorables de historia de los Estados Unidos. 


[1]. El Dr. Prewitt Díaz ha sido galardonado por el Gobierno de India con la Medalla de Plata por Servicios  Distinguidos, y con el Premio Humanitario Internacional de la Asociación de Psicólogos de los Estados Unidos. Aunque esta retirado se desempeña como voluntario de la Cruz Roja Americana-Capitulo de Puerto Rico. 

No comments:

Post a Comment