Sunday, September 1, 2013

SE NECESITA UN EVANGELIO DE PAZ EN SIRIA


SE NECESITA UN EVANGELIO DE PAZ EN SIRIA

Joseph O. Prewitt Díaz
1 de septiembre 2013



Todo lo que ocurre sobre la fas de la tierra es parte del gran plan magistral de Nuestro Señor su Hijo Jesucristo, quien con su sangre compro mi salvación y el espíritu Santo.  En momentos de confusión e injusticia, el mundo se pone tenso y los gobiernos comienzan a buscar formas de calmar al pueblo. Nosotros sabemos lo que esta ocurriendo, por las noticias que nos provee la Palabra.  Es nuestra responsabilidad convertirnos en pacificadores. Ante tan gran cataclismo, orar para mantener la calma, y compartir con todos, no importa su tono o acción: “Sea la paz”.

En estos momentos se desmaya Damasco, todos huyen por la violencia sistemática del Presidente Assad y sus secuaces. Los emigrantes a cruzar la frontera hacia Jordán, Líbano y Turquía tiemblan de horror, la angustia los agobia. Se siente el dolor de los recién llegados,  como si fueran los dolores una mujer que esta de parto (Jeremías 50:24).

Damasco cuidad alabada, es testigo de los jóvenes muertos en las plazas,  las mujeres los niños y niñas y los ancianos y ancianas victimizados por el gas Sarín, que aparece silenciosamente tronchando la vida de los no-combatientes. Ahí que prestar atención a Jeremías (50: 23-27) cuando advierte a sus gobernantes de la furia de Dios, cuando baje del cielo fuego que queme los muros en derredor a la ciudad y destruya el palacio presidencial.

Ahí que pedirle cuentas al Presidente Assad.  Con la esperanza de que traiga el apresto, la Palabra de Cristo en su corazón, donde el Presidente Assad y sus seguidores, sientan espiritualmente una irradiación divina de paz porque lo interno de ellos, que es lo que vale para Cristo, tiene paz. (Efesios 6:15)


Jesucristo se manifiesta ante la situación con un evangelio de paz. Estos días son muy interesantes los países que tradicionalmente son aliados se confrontan con la definición de una manera de ayudar a los no-combatientes en Siria. Cuando se han enfrentado a esta situación con una perspectiva de paz, se comienzan a definir soluciones pacificas, la inquietud se reduce, ahí que tomar tiempo para llegar a una lista de posibles acciones. Porque su no tienen paz en las jornadas de deliberación tampoco tendrán la victoria. 

Inglaterra ha decidido no atacar, el Presidente de los Estados Unidos esta reconsiderando su postura y ha comenzado una consulta.  Australia se abstiene de atacar a Siria.

En lo que concierne a nosotros, como hijos e hijas de Dios, amantes de la paz debemos siempre estar consientes, que Jesucristo nos instruye a amar a nuestros enemigos, a bendecir a los que nos maldicen, y haced bien a los que nos aborrecen (Mateo 5:44). 

Debemos seguir vigilantes y orar por los habitantes de Siria y por sus gobernantes. El espíritu de Jehova el Señor esta sobre la población. Confiamos en que llegara la restauración a las ciudades arruinadas (Isaías 61:4)

Escuchamos sobre los estruendos de los cañones, misiles y propaganda soez a Jesucristo diciendo “Bienaventurado los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mateo 5:9) 

Wednesday, December 28, 2011

¿Cómo volver a confiar en el mar?


¿Cómo volver a confiar en el mar?

Casi una semana después del fatídico desastre que ataco a Indonesia y los países al sureste de Asia, siento la energía de escribir sobre mi experiencia.  Yo me encontraba en Nueva Delhi, India alistándome para ir a la Iglesia. Una llamada telefónica de un compañero, me alerto de un fuerte temblor de tierra cerca de la Bahía de Bengala en el oeste de India. Notifique a mi jefe de delegación y coteje que todos los delegados estaban a salvo.

Encendí el televisor en NDTV y presencie como una hora después comenzaron a mostrar imágenes de las olas asesinas golpeando aldea tras aldea. Llame a mi amigo para que me dejara saber lo que estaba ocurriendo. Al no conseguirlo llame a otro amigo. La voz al otro lado del teléfono confirmo lo que ya imaginaba: “Ghidi ya no esta, se lo llevo la ola”. Llame a Washington inmediatamente y así comenzó lo seria dos anos de asistencia psicosocial en cuatro países por parte de mi equipo compuesto por nacionales Indias que trabajaban para la Cruz Roja Americana.

En poco tiempo los habitantes perdieron a su familia, sus amigos y sus hogares. Al pasar el tiempo muchas personas relataron como sus seres querido desaparecen ante sus propios ojos.  Yo Presencie muerte y devastación. El costo humano fue devastador los niños y niñas se quedaron huérfanos;  conyugues fueron  brutalmente separados por la muerte. Para mi al igual que para los otros sobrevivientes,  la vida nunca más será la misma.

El impacto psicológico de un desastre, tal y como el tsunami,  no es visible ni se aborda en la misma manera  que la destrucción física. El recuperarse de un trauma, como el tsunami,  toma por lo general mucho más tiempo. Al insoportable sentimiento de pérdida se suma la culpa de haber sobrevivido y de no haber podido hacer más. Se producen pesadillas y dolores de cabeza. Sobrevienen los miedos y la inseguridad. Y para la mayoría de las comunidades, la fuente de la destrucción –el mar– es el tradicional medio de subsistencia.

El más sencillo gesto humano reconforta –un abrazo, alguien que te escucha, palabras de aliento. Para muchas organizaciones humanarías el apoyo psicológico ha pasado a ser un componente esencial de cualquier operación de respuesta en casos de desastre de gran escala, tal y como un desastre.


Se esta preparando a personal que puedan ayudar a los sobrevivientes a atravesar la serie normal de reacciones frente a la pérdida, el vacío y el dolor, para que puedan rehacer su vida después de un tsunami ¿Y en Puerto Rico, cuantos estamos preparados para afrontar un tsunami?


Friday, October 14, 2011

Reduciendo el estrés psicosocial nos encaminamos a una comunidad mas resiliente


Reduciendo el estrés psicosocial nos encaminamos a una comunidad mas resiliente

Joseph O. Prewitt Díaz[1], PhD

La preocupación de Don Luis Muñoz  Marin al final de la década de los 40 hacen eco en parades del siglo 21 en Puerto Rico: “Una sociedad que no se mantiene cívicamente ocupada, es una sociedad estática”. Sin entrar en mucha historia vimos como Puerto Rico progreso, se construyo, y se desarrollo cierto nivel de efervencia en hacer por el prójimo.  El advenimiento de los programas federales ha puesto a el pueblo a mecerse en sus sillones, engordar y esperar que le llegue la asistencia del “gobierno”.

El siglo 21 evidencia una sociedad Puertorriqueña con males físicos tales como la obesidad, hipertensión, la diabetes y problemas del corazón, y males emocional como el estrés psicosocial y el miedo exagerado causado por una violencia rampante en el país. Desde insultos en la Casa de las leyes hasta muertes causada por peleas entre amigos en los vecindarios. Hoy vimos como una estudiante apuñala a un joven en una Escuela Superior.

El estrés psicosocial lo calificamos en seis categorías:

Problemas con el principal grupo de apoyo o el entorno social, tales como: la muerte de un familiar, problemas de salud en la familia, la interrupción de la familia por la separación, divorcio o distanciamiento; retiro del hogar, nuevo matrimonio de los padres, abuso sexual o físico, sobreprotección parental, abandono de niño, disciplina inadecuada, la discordia con sus hermanos, nacimiento de un hermano o hermana.


Problemas de la Educación. El analfabetismo (funcional), problemas académicos, la discordia con los maestros o compañeros de clase, ambiente escolar inadecuado.

Problemas laborales. El desempleo, la amenaza de pérdida del empleo; horario de trabajo estresante, condiciones de trabajo difíciles, insatisfacción laboral, cambio de trabajo, la discordia con el jefe o compañeros de trabajo.

Los problemas de vivienda. La falta de vivienda, vivienda inadecuada, barrio seguro, la discordia con los vecinos o el propietario.

Los problemas económicos. La pobreza, extrema, las finanzas inadecuadas; apoyo social insuficiente.

Problemas relacionados con el sistema de justicia. La detención, el encarcelamiento, litigios, víctima de un crimen.

Existe en Puerto Rico, la tendencia de compartamentalizar al responsable del mal de turno, Salud, Educación, Justicia, Familia, Ambiente, Manejo de Emergencia y el chivo expiatorio de todos, la Policía. Nos guste o no estamos montados en el “carro del progreso” con grupos políticos alimentando el tanque con nuevas aspiraciones: que si energía alternativa, escuelas “charter”, cambios en el status político, nuevas medidas salubristas, y/o grandes oportunidades a que  los que se quieran, se vayan a trabajar en los Estados Unidos.

No entendemos que cambiar el chofer, no corrige el defecto en el carro del progreso.  De manera que nos formulamos dos preguntas: ¿Cómo corregimos el defecto en el carro del progreso?  ¿Cómo mantenernos cívicamente ocupados?

El año  pasado me invitaron mas de quince grupos a compartir mis experiencias internacionales.  Como resultado un grupo decidió hacer una campana para enviar agua potable a Haití, otro grupo recogió ropa y comida de niño para enviar a Somalia, otro pidió dinero en una luz roja para ir a un viaje a los Estados Unidos.

Mi grupo favorito fue el que decidió reunirse con su comunidad y desarrollar con todos un proyecto de limpieza en toda la comunidad. Ellos y ellas identificaron las necesidades y capacidades de su comunidad, identificaron unas necesidades, establecieron prioridades, y planificaron la actividad. Lo interesante que toda la comunidad estaba envuelta y que llevaron a cabo una actividad que los beneficiaba a ellos. No miraron hacia fuera miraron hacía adentro.

¿Cómo corregimos el defecto en el carro del progreso?

Se me ocurrió pensar que quizás una de las formas de empoderar “ el carro del progreso” era una estrategia introspectiva, cuya meta seria: Fomentar actividades que aumentan el envolvimiento cívico, desarrollan  capacidades en la resolución pacífica de conflictos,   y promueven  conductas pro-sociales y la resiliencia comunitaria.

Como resultado de estas estrategias podemos contemplar el fortalecimiento de los sistemas y redes de apoyo comunitario a través de reuniones y actividades previstas en la comunidad. Se aumentaría la conciencia relacionadas con la resolución pacífica de conflictos a través de murales, carteles y la competencia productiva.  Se fortalecería la capacidad de voluntarios comunitarios en métodos participativos, evaluación de necesidades,  resolución pacífica de conflictos y primeros auxilios psicológicos. Los vecindarios identifican e integran los recursos existentes para la revitalización psicosocial.  Por ultimo, Desarrollan recursos en conjunto  con los ciudadanos para fortalecer su capacidad para planificar, implementar y mantener la revitalización psicosocial  del vecindario que enaltezcan la resiliencia.

¿Cómo mantenernos cívicamente ocupados?

Está pregunta es una de medición, así que tomamos la libertad de identificar en términos de conducta observable de manera que identificamos un vecindario cívicamente ocupado como aquel donde los residentes:

1.  desarrollan las actividades necesarias para tener éxito en todos los aspectos de la vida diaria (por ejemplo, las instituciones educativas, centros de cuidado diurno, actividades preventivas para envejecientes, cocina comunal para los necesitados y los dispensarios móviles  de salud),

2. identifican proyectos artesanales que creen empleos entre los miembros de la comunidad y que se puedan vender al por menor y por mayor (tejidos, escobas, colchas, paños de mesa, pinturas, o instrumentos y productos de madera).

3. Fomentan activamente las actividades recreativas por ejemplo, parques, espacios abiertos, jardines comunitarios, y organizaciones de arte) ,

(4)  Ofrecen servicios voluntarios para limpiar y pintar la Infra-estructura física de la comunidad.

(5) desarrollan alianzas estratégicas con grupos gubernamentales (justicia, familia, salud, ambiente), grupos religiosos, cívico-sociales  para apoyar a los miembros de la comunidad que están en proceso de rehabilitación psicosocial.

6. generan iniciativas amplias que se centran en el lugar (es decir, vecindarios) que traten  al mismo tiempo las causas de los múltiples desafíos interconectados con actividades planificadas por todos los segmentos comunitarios y que enfocan el contexto comunitaría.

7. promueven el uso eficaz de los datos en áreas tales como la identificación de las necesidades del vecindario, la recopilación de datos y el análisis, el análisis fiscal, la asignación de recursos y análisis de las políticas que entorpecen  al progreso comunitario.

El “carro del progreso” puede tener piezas fuertes y un motor que lo mueva hacia delante con gran velocidad. Todo depende de nosotros. En ultima instancia la reducción del estrés psicosocial y el enaltecimiento de la resiliencia comunitaria depende de cada uno de nosotros. El “carro” es nuestro, depende de nuestra iniciativa, capacidad transformativa y nuestro deseo de movernos hacia delante.



[1] El Dr. Prewitt Díaz es un psicólogo humanitario cuya colaboración consiste  en desarrollar procesos para la implementación de programas psicosociales comunitarios.  Ha sido galardonado con la Medalla Humanitaria Internacional por la Asociación Psicológica de los Estados Unidos y el Premio de Servicios Distinguidos de India. Esta afiliado al Centro de Ley y Desastres, Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y  la Comisión para la Prevención de la Violencia (COPREVI-UPR-Cayey). 

Sunday, September 4, 2011

Reflexion sobre los eventos del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos

AL DESPERTAR EN LA MANANA, REACCIONO, DIEZ ANOS DESPUES  DEL ATAQUE TERRORISTA A LOS ESTADOS UNIDOS

Joseph O. Prewitt Díaz[1], PhD
4 de septiembre de 2011
Cayey, Puerto Rico

Esta mañana me despertaron los ladridos de un perro.  Me levante con un leve dolor de cabeza, tembloroso y híper-vigilante. Lo primero que hice fue poner el café y cotejar si los tanques del generador estaban llenos, luego mire al almario donde mantengo el equipo de emergencia. Cuando de momento me di cuenta que era un día soleado y no había pronóstico de mal tiempo, me senté a reflexionar sobre mis acciones esta mañana.

Me di cuenta que mis acciones eran congruentes con reacciones al estrés traumático, estas reacciones obedecían a un evento que ocurrió hace diez años . Los ataques terroristas de 11 de Septiembre 2001.  Alrededor de esa fecha siempre me levanto experimentando esta experiencia transitoria.

My nombre es Dr. Joseph O. Prewitt Díaz, nacido en Cayey, Puerto Rico. Soy un psicólogo especializado en asistencia humanitaria. He dedicado la mayor parte de mi vida a trabajar en Servicios de Desastres con la Cruz Roja Americana. La noche antes del ataque había regresado al hogar de mi hija en State College, PA con dos semanas de descanso después de un ano de servicio  en la posición de Coordinador Regional  para la recuperación para Centro America después del huracán Mitch.

En mi función, como Coordinador de Salud Mental en Desastres,  soy parte del Equipo Nacional de Respuesta Rápida en eventos de transportación aérea  tanto de la Cruz Roja Americana como de la Patrulla Aérea Civil. El la década de los 1990-1999 serví en los eventos traumáticos que cambiarían la forma en que la nación se prepara y responde a desastres naturales y antrópicos. Algunos de estos eventos fueron el Huracán Andrés, El Ataque al Edificio Federal Murray en la Ciudad de Oklahoma, varios accidentes aéreos, inundaciones, tormentas, huracanes y tornados, y la masacre de Colombine, Colorado.

Esa noche nos sentamos a planificar mis días. El próximo día me tocaba llevarla al trabajo, buscar una receta, llevar el carro a cambiarle dos gomas y reunirnos para almorzar. Cuando llegue a la farmacia mire en un televisor como un avión chocaba con una de las Torres Gemelas en Nueva York. Me acuerdo le dije al farmacéutico “esa película es bien realista, como se llama”,  el hombre me miro con una gesto aburrida, No, eso es que un avión se estrello en la torres gemelas” y siguió a despacharme la receta, unos momentos después el segundo avión. Llame a Centro de Comando de la Cruz Roja en Washington para preguntar la voz del otro lado me contesto “parece que ha habido un accidente aéreo fatal en Nueva York, dame tu teléfono por si te necesitamos.”  Llame a mi jefe en Washington y me contesto “este es un accidente, sigue tus vacaciones tranquilo, no creo que te necesitamos”.

Al llegar al Garaje, note un revuelo en la sala de espera del garaje. Nadie estaba atendiendo el escritorio de recepción, todos clientes y empleados estaban pegados a la televisión. No bien había abierto la puerta cuando recibí una llamada de mi hija, me dice “los Estados Unidos están bajo ataque, un avión se acaba de estrellar en el Pentágono y no encuentro a Joito ni Jerry”.Le dije que no se preocupara que yo los conseguiría, le comenté que a lo mejor este era un simulacro. Varios días después supe que mi hijo y hermano habían salido ilesos de tan nefasto evento.

No había pasado un minuto cuando recibí una llamada, la voz al otro lado tenia un tono grave “we are under attack, two planes crashed in New York, one in the Pentagon, and they are Trucking a fourth plane somewhere over Pennsylvania, report to your nearest Chapter and call me back.”  Entendí a nivel intelectual que era un asunto real, Pancho de la Roche no era un hombre de exageraciones, su capacidad de comunicación en tiempo de crisis era precisa.

Cuando llegue al capitulo de State College, PA. me reporte inmediatamente y llame a Washington, Pacho re-envío mi llamado al Centro de Operaciones de Emergencia. Escuche la voz familiar de la Dra. Margaret Pepe quien me saludo cordial y  eficientemente. Me explico lo que estaba sucediendo y que quería que me preparara para salir para Nueva York inmediatamente. De momento escucho “Oh my God, Jose hold one”.  En unos segundos la voz me dijo” José reporte a manejo de emergencia en Somerset, Pennsylvania, un avión se acaba de estrellar allí. Por ahora tu estas a cargo de montar el servicio de salud mental en desastres, te enviaremos personal cuando podamos.” Pregunte en cuantas horas” y ella me dijo, “en dos o tres días.

Al llegar al lugar, me encontré que yo era la única persona del Sistema Nacional de Emergencia de la Cruz Roja. Procedí, con la ayuda de voluntarios locales a montar el servicio que estaríamos ofreciendo por las próximas cuatro semanas—un centro de acopio para los rescatistas, coordinar servicios de salud mental para el morgue, abrir el Centro de Recepción para Familiares y reportarme al Centro de Comando Federal. Al otro día llego el Dr. John Weaver y se hizo cargo del operativo, tres días después llego la Dra. Margaret Pepe quien se encargo del operativo, John estaba a cargo de bregar con el Centro Familiar, y yo estaba a cargo el Centro de Acopio con toros 27 voluntarios de Salud Mental.

Estaba sentado en El Centro de Mando cuando pusieron los nombres de los pasajeros de UNITED 93. Una de esos pasajeros era una profesional Puertorriqueña que trabajaba en la Oficina del Censo en Philadelphia, y que ese día estaba en el avión camino a una reunión en California.  En mi viaje anterior, había tenido la oportunidad de hacer una presentación en Harrisburg, Pa sobre los patrones migratorios de los Puertorriqueños a Pennsylvania, uno de los miembros del papel había sido esta persona.

Demás esta decir cuan difícil fue recibir a esta familia y hacer la notificación de lo ocurrido y lo que esperamos que ocurriera en los próximos días. La mama padecía del corazón y logramos traer a un cardiólogo Puertorriqueño de Scranton para que estuviera con la familia durante los cuatro días.  La ceremonia de conmemoración fue muy emotiva. Los familiares se llevaron hasta el lugar donde se estrello el avión. No se veía mucho, solo hombres vestidos en uniformes blancos y un gran cráter en la tierra. Las personalidades representantes de los Estados Unidos—Congresista John Bertha, miembros de la Rama Ejecutiva, la Presidenta de la Cruz Roja, y Laura Bush la esposa del presidente Bush estuvieron presentes y le ofrecieron las condolecías a cada familia a nombre de la Nación. Luego fuimos a un lugar donde hubo un encuentro de oración, y la visita informal con cada familia.  Esa noche me reuní con la familia y tuvimos una sesión familiar para darle clausura a esta parte del proceso y asegurarme que todas las formalidades se habían cumplido.

Tres semanas después regrese a State College donde me reuní con mis hijos, y esa tarde partí de regreso a Guatemala. Todavía no me había dado cuenta del trauma emocional que causo este operativo. Me mantuve al tanto formal e informalmente con los procesos de recuperación en Nueva York y Washington.  Dos años después, en Agosto de 2002 regrese a Washington para una visita oficial de “debriefing” con los compañeros que trabajamos en los primeros días de la respuesta en lo que seria unos de los eventos memorables de historia de los Estados Unidos. 


[1]. El Dr. Prewitt Díaz ha sido galardonado por el Gobierno de India con la Medalla de Plata por Servicios  Distinguidos, y con el Premio Humanitario Internacional de la Asociación de Psicólogos de los Estados Unidos. Aunque esta retirado se desempeña como voluntario de la Cruz Roja Americana-Capitulo de Puerto Rico. 

Friday, July 29, 2011

Seis estrategias para recuperarse del trauma, la pérdida y el cambio teniendo en cuenta tu experiencia

Joseph O. Prewitt Díaz[1], PhD

Busca apoyo emocional: No trates afrontar la situación traumática solo/a. Es positivo buscar ayuda de tus amigos, líderes espirituales, grupos de apoyo comunitarios y/o profesionales.

Siéntese tranquilo/a y reflexiona: No importa la gravedad de tu situación, siéntate en silencio y pregúntate: "En el pasado he experimentado experiencias similares? ¿Cómo bregue con ellas? ¿Qué cosas nuevas aprendí? ¿Cómo me sirven esos aprendizajes en esta situación?" Puedes utilizar esas experiencias pasadas para generar valor y la fuerza interior y explorar si se pueden implementar las mismas estrategias de nuevo.

Confía en tus recursos internos: Al darte cuenta que has sobrevivido momentos difíciles, puedes generar la confianza en ti mismo de manera que puedas manejar positivamente el desafío actual.

Mantente centrado/a a pesar del dolor interno: En ocasiones, las olas de tristeza y desamparo suben desde tu estomago, a tu pecho, se seca tu boca, y sientes las lagrimas bajar por tu mejilla. Este es el momento de comenzar respiraciones profundas y lentas. Esto te ayudará a estar conectado a tierra y regresar al momento actual.

Visualiza una nueva vida: A pesar de que hayas está experimentando un dolor inmenso comienza a imaginarte y visualizar a través de el ojo de tu mente un nuevo futuro.

Apégate a tus principios: Al hacer las prácticas comunes que utilizamos para centrarnos tales como la meditación, el yoga, o incluso paseos en la naturaleza, es importante recordar que el sentimiento de pérdida es cíclica, como las estaciones de año. Incluso cuando estamos sufriendo el calor del verano, sabemos que con el tiempo nos sentiremos mas cómodos en la primavera. Los principios sociales, espirituales, psicológicos y físicos nos proveen solaz.


[1] El Dr. Prewitt Díaz es Profesor Visitante y Director del Centro de Ley y Desastres en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Por sus años de experiencia en desastres nacionales e internacionales fue galardonado por la Asociación de Psicólogos de los Estados Unidos con el Premio Internacional Humanitario. 

Saturday, July 23, 2011


Apoyo Psicosocial despues de los atentados en Oslo, Noruega
Joseph O. Prewitt Díaz[1], PhD

Me quedé asombrado y entristecido con la noticia de la explosión de un carro-bomba en el medio de la Ciudad de Oslo (Capital de Noruega) y el tiroteo en una isla donde acampaban cientos de jóvenes. Nuestro sincero y profundo pésame a todos los ciudadanos de Noruega por la perdida innecesaria de un centenar de vidas.

El terrorismo, ya tenga su origen en la derecha o la izquierda, como una manera de sacudir el orden mundial, parece estar en aumento. El mensaje para el mundo era "claro" – el terrorista o terroristas al atacar objetivos inocentes, se harían oír. La pregunta a considerar por todo el mundo es: ¿cuáles son las medidas apropiadas para reducir la violencia contra la población civil? Ciertamente, las acciones pacíficas que resulten en resultados pacíficos.

A prima-facia el efecto del bombardeo y los disparos sin duda tendrá un efecto sobre la población afectada y en la nación Noruega. Las personas afectadas son (1) la familia y amigos de aquellos que perdieron la vida o resultaron heridas, y (2) los socorristas, (3) aquellos que están viendo el desarrollo del drama en la televisión o a través de otros medios de comunicación, sin información suficiente preguntan acerca de su seguridad y bienestar, y la población ene general.

Tres reacciones más comunes que surgen son:

• El odio, los prejuicios, la animosidad y la desconfianza aumenta debido al tratar de explicar el porque y buscar a quien culpar.

• Algunos reaccionaran en forma positiva y se recobraran del evento pronto. Otros no le encontrarán significado a la tragedia, estos se sienten aturdidos y permanecen en silencio. A estos, algún incidente le  traerá recuerdos de lo que paso y podría desencadenar temores ocultos y las expresiones de la conducta violenta.

• A medida que los sobrevivientes regresan a sus lugares muchos sentirán la seguridad psicológica. Un pequeño grupo se sienten inseguros y sin esperanza sobre su futuro. Estos comenzarán a buscar un nuevo lugar que ellos se sientan "seguro".

Estrategias psicosociales.

Al acercarse los socorristas y profesionales de salud mental a las personas  afectadas por eventos hay tres necesidades que deben atender. (1) Desarrollar la fe y la confianza. (2) Proveer un entendimiento de que mientras la mayoría de los jóvenes se pueden recuperar, en los próximos días, mucho más fuerte y más resilientes, un pequeño grupo no podrá recuperarse tan rápido y necesitaran servicios de apoyo emocional, y/o consulta con los profesionales de la salud mental. (3) La respuesta potencial, a corto plazo, puede incluir psico-educación, información adecuada y oportuna, la participación activa en los ritos de duelo, y la oportunidad de compartir sus sentimientos. Estas intervenciones proveerán una sensación de confort, el bienestar, y la esperanza de un futuro más seguro .


[1] El Dr. Prewitt Díaz como coordinador de Salud Mental en el Bombardeo de la Ciudad de Oklahoma y los ataques de 9/11 en la ciudad de Somerset en Pensilvania. Fue galardonado por la Asociación de Psicólogos de los Estados Unidos con El Premio Humanitario Internacional. En la actualidad se desempeña como Catedrático Visitante y Director del Centro de Ley y Desastres en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y Catedrático Afiliado al Centro de Prevención de la Violencia, Universidad de Puerto Rico-Cayey.

Tuesday, July 12, 2011

Adaptacion de los lineaminetos de IASC/MHPSS para Uruguay

Esta publicacion presenta una adaptación de la Guía  titulada “Lineamiento sobre salud mental y apoyo psicosocial en emergencias humanitarias y desastres” (IASC, 2007). Se han integrado protocolos de actuación y recomendaciones adaptadas a la realidad Uruguaya. La autora junto a un comité compuesto por miembros de sectores de la sociedad civil, la Cruz Roja, las Universidades, y agentes externos como la OMS y PNUD formulo la adaptacion y el documento. Este es un buen ejemplo del proceso a seguir en la adaptación de lineamientos internacionales. 


Loarche, G. (2008). Guia de apoyo psicosocial en situaciones de desastres. Montevideo, Uruguay:PNUD http://archivo.presidencia.gub.uy/sne/htm/info_actual/GuiaApoyoPsicosocial_GracielaLoarche.pdf)