Factores que influencian la conducta emocional  de los niños y niñas ante un  desastre

Joseph O. Prewitt Diaz

La forma en que respondemos a los desafíos en la vida influyen en nuestra capacidad de recuperación. Al experimentar las secuelas de un desastre, los niños y niñas dependen principalmente de la orientación y el apoyo que ofrecen los padres, los maestros y maestras y otros adultos importantes en la comunidad. Existen por lo menos, seis factores que impactan la conducta de niños y niñas. Los discutimos a continuación.

Visión del mundo.  A los niños y niñas tal vez les cueste entender aquello que perciben como injusto o fuera de “las normas”. Es posible que exterioricen lo que sienten y piensan mediante rabietas, actos de rebeldía o se aferren más a los padres o a quienes los cuidan que antes de la situación estresante.

Experiencia de vida.  Cuando los adultos pasan por experiencias estresantes, pueden actuar en base a experiencias vividas para hacerles frente. Los niños y niñas necesiten ayuda de los adultos, para que les ayude a aprender estrategias para hacer frente a la situación actual.

Pensamientos y sentimientos. A medida que los niños y niñas crecen desarrollan estrategias que les permite nombrar lo que sienten y a comportarse de acuerdo a esos sentimientos.

Tiempo. Los niños y niñas a medida que crecen entienden mejor el concepto del tiempo, pero tal vez tengan dudas con respecto a los cambios si no se cumplen las expectativas de que la circunstancia estresante se resolviera dentro de un plazo razonable.

Cambio. Las rutinas familiares, actividades estructuradas y la forma de ser de cada uno, podrían alterarse cuando el grupo familiar pasa por estrés causado por un desastre. Por más que la familia desee que las cosas vuelvan a ser como antes del desastre, eso tal vez no ocurra. Al tratar de adaptarse a los cambios en su vida, es posible que los niños y niñas desarrollen comportamientos disonantes con la realidad.

Incertidumbre. Debido a que los niños se desarrollan mejor cuando las cosas están estructuradas y son predecibles, si hay situaciones de incertidumbre, se sienten especialmente estresados.

El sistema familiar es la fuente de apoyo principal del niño o la niña. Los sistemas familiares varían de acuerdo a los tipos de vínculos, prácticas, creencias y valores familiares. Determinados aspectos del sistema familiar influyen en las prácticas que aprenden los niños y niñas para afrontar problemas y recuperarse de ellos.

La manera en que los padres hacen frente al estrés causado por un desastre influye en la manera en que los niños y niñas afrontan situaciones similares. Aunque en momentos de desastres es natural que los padres sientan angustia, el modo en que afrontan esta influirá en la forma en que sus hijos e hijas harán frente al estrés causado por el desastres.